¿Y tú qué harías?
Sobre un dilema se apoya la trama de esta entretenida novela realista para jóvenes adolescentes.
Honestidad,
mendacidad, responsabilidad se mezclan para dar forma a
A continuación, lee el siguiente documento y sigue sus instrucciones:
Tras la lectura y realización del test del libro “El
rostro de la sombra” de Alfredo Gómez Cerdá, vamos a realizar una sesión en la
se comentará alguna cita de las propuestas a continuación. Se valorará la
reflexión personal sobre las actuaciones de los personajes y las consecuencias
de sus actos. También se realizará una crítica
subjetiva ( si la cita lo permite), en la que cada interviniente se pondrá en el lugar de los personajes y
explicará cómo actuaría.
CITAS
PARA LA REFLEXIÓN
1. “Este gesto y el hecho de ver frente a
él a sus dos amigos con aquellas piedras entre las manos, sumisos, dispuestos a
seguirlo, le hizo sentirse el líder indiscutible del grupo, cargo que nadie le
había cuestionado jamás”. (p. 8)
2. “Grabar con un teléfono móvil cómo los
coches esquivan un pedrusco en la carretera y cómo uno de ellos sufre un
espectacular accidente no tenía sentido si no conseguían difundirlo” (p. 17)
3. “Era tan grade el dolor que la
embargaba (a Nuria) que solo era capaz de llorar y llorar. Pensaba que, en el
futuro, su vida se reduciría a eso: un llanto eterno e inconsolable”. (p.33)
4. “Y Adrián volvió a sentirse importante.
Estaba acompañando a su novia en un duro trance”. (p. 40)
5. Él era un líder, sus amigos lo sabían
y lo asumían. Pero un líder tiene que pensar, razonar y tomar decisiones. Ese
es su cometido”. (p. 45).
6. De pronto, Adrián se sintió acorralado
por su hermana pequeña. Conociéndola, sabía que no cesaría de preguntar y
preguntar. Pero encontró un resquicio para escapar de su asedio y pasar de
inmediato al ataque. (domingo, 15:00 horas)
7. Borja y Claudio también llegaron
pronto. A las seis y media, los tres ya estaban juntos. Se saludaron de manera
escueta, con un «hola» que apenas les llegó al cuello de su camisa. Les costaba
trabajo hasta mirarse, y si en algún instante, por azar, sus miradas se
encontraban, sentían un escozor incómodo que los obligaba a bajar la cabeza.
(domingo, 18:30 horas)
8
—Yo también pienso que debemos estar
unidos.
Y esa frase le colocaba una vez más al
lado de Adrián. Era su perro faldero, su escudero fiel. Claudio lo sabía y por
eso se sentía siempre en desventaja. De todas formas, parecía fundamental
mantenerse unidos en una situación como la que estaban viviendo. Unidos hasta
el final. (lunes, 8:30 horas)
9
(Adrián) “se sorprendió a sí mismo
deseando que ocurriese un milagro, que la madre de Nuria resucitase, como sucede en los videojuegos, donde los personajes mueren,
pero siempre resucitan para reiniciar la partida. ¿Por qué la vida no se
parecía a esos videojuegos?” (p. 55)
10. (Reyes) “tenía unas ideas férreas, inamovibles, y lo peor
era que sabía defenderlas con razonamientos muy lógicos y simples”. (p. 77)
11. (Nuria) —En el momento en que los tuviese frente a mí, si
alguien me dejase una pistola, te aseguro que apretaría el gatillo. (lunes,
17:00 horas, final del capítulo)
12. “Ella (Nuria) la había pronunciado para referirse a los
culpables. Asesinos. ¿Podían considerarse unos asesinos por querer grabar una
broma con el teléfono móvil?”. (p. 84)
13. —Papá, ¿qué harías tú con los que tiraron la piedra y provocaron
el
accidente?
Julio miró a Reyes.
—En caliente, una
burrada, seguro. (martes, 07:00 horas)
14. “Quería seguir siendo su héroe, porque en eso se estaba
convirtiendo para ella: un héroe en la sombra”. (p. 103)
15. —Yo creo que todos, alguna vez en nuestra vida, hemos hecho
cosas sin pensar en…
—Sí, por supuesto, yo también las he
hecho; pero no de esta gravedad. Sé dónde están los límites. (martes, 17:30
horas)
16. —¡Lo hicisteis tus amigas y tú!
—¿De qué estás hablando? —Reaccionó de
inmediato Reyes.
(miércoles,
07:45 horas)
17. —Tenemos que aceptar que somos culpables —recapacitó Borja.
—¡Yo no soy culpable! —Reaccionó
violentamente Adrián. (miércoles, 07:45 horas)
18. “En ese mismo instante se preguntó si sería capaz de
traicionar a sus dos mejores amigos para quedar él indemne, o de culpar a su
propia hermana con la misma finalidad”. (p. 104)
19. (Reyes) “Dentro de mi cabeza [...] yo sé lo que está bien y
lo que está mal, lo que debo hacer y lo que no debo hacer”. (p. 113)
20. “El mundo está lleno de injusticias, pero siempre debemos
luchar por la justicia” (p.133)
21. (Víctor a Adrián) “ No voy a dejarte caer en un pozo del que
nunca saldrás limpio, no voy a permitir que mi familia pase por semejante
vergüenza”. (p. 143)
22. (Nuria) “Cada vez que pienso en los asesinos solo veo
sombras, sombras. Necesito descubrir sus rostros”. (p. 147)
23. “Reyes se imaginó que ella misma era esa persona [una mujer
vestida con una túnica, con los ojos vendados, sosteniendo una balanza] y que
en sus manos estaba la posibilidad de hacer justicia”. (p. 152)